miércoles, 24 de abril de 2013

El Casco

Para proteger el Coco lo mejor es un casco, ya que sin buscarlos he tenido un par de percances. Ninguno grave, pero en uno de ellos pegué con la cabeza en el suelo y eso duele. Era un día de lluvia fina, once de la noche, esos en los que el suelo resbala mucho, me encontraba en La Costa de sa Pols, cuando iba a bajar por ella dudé, mala cosa, al poner el pié en el suelo sin mucha decisión caí con el codo y luego me golpee la cabeza. Qué duro estaba el suelo y que daño. Cuatro puntos en el codo y un buen chichón.

San Francisco Waterfront


El segundo accidente fue en el carril bici, uno de esos muy estrechitos pegados a los coches que cuando abren la puerta van y te dan, pero no fue una puerta, fue un peatón que salía corriendo de no se sabe donde y chocó conmigo, casi me tira de la bici, golpe en las costillas y un buen susto.




El tercero y último fue a los pocos días de cambiar los pedales, unos Automaticos, esos que tienen calas. El primer día vas tan pendiente de los clips que no se te olvida desengancharte y el problema viene cuando al cabo de unos días va y se te olvida, llegas al semáforo, frenas y ya no te da tiempo de poner el pie en el suelo. Otra vez en posición horizontal sin poder levantarte y buscando la forma de desengancharte, así que yo te recomiendo el casco.



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